jueves, 21 de marzo de 2013
viernes, 8 de marzo de 2013
La cultura del Internet
M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)
LA CULTURA DE INTERNET
CASTELLS, Manuel, La Cultura de Internet, cap. 2 en “La Galaxia Internet: Reflexiones sobre Internet, Empresa y Sociedad”, De Bolsillo, Barcelona (2003), (pp. 57-88).
Esta lectura además de interesante resultó para mí muy enriquecedora en mí acervo ya que aprendí no sólo vocabulario sino concepciones sobre la cultura social de quienes usamos internet. Así pues Castells nos expone que existen dentro de esta cultura de internet cuatro estratos superpuestos:
Cultura tecnomeritocrática: Aquellos que piensan que el progreso de la humanidad depende del desarrollo de la ciencia y la tecnología, están inmersos en el mundo académico, se ocupan del crecimiento tecnológico. Las características de este grupo social es el descubrimiento tecnológico, se centra en la programación de ordenadores conectados en red, no es importante la teoría si no se puede aplicar a la práctica y sobre todo que contribuya a la mejora del objeto tecnológico; la relevancia del descubrimiento debe aprobarse y certificarse por la comunidad científica; la coordinación de las tareas y proyectos se realiza por aquellos que tienen mayor jerarquía y que al mismo tiempo controlan los recursos materiales, se distinguen por su ética y confianza que gozan de sus compañeros; para ser considerados como una autoridad y miembros de esta comunidad, los tecnólogos deben cumplir con ciertas reglas formales e informales establecidas por la propia comunidad y no utilizar los recursos comunes o delegados para beneficio propio. Su objetivo principal es compartir en la red sus conocimientos.
Cultura Hacker: es conveniente decir primero que los hackers no son personas locas que buscan dañar a los demás, son expertos en computación sin ninguna formalidad que tienden a inventar y reinventar diversas formas de comunicarse con y mediante sus ordenadores, son creativos y artistas tecnológicos que se sustentan en la cooperación, libertad, reciprocidad y que lejos de dañar aportan conocimientos importantes para la mejora del uso del software. Este apartado resultó interesante porque Castells nos pormenoriza los antecedentes de cómo esa cultura fue creando los sistemas operativos actuales.
La Cultura Comunitaria Virtual: no son científicos ni conocedores de la informática, simplemente son grupos sociales que su comunicación es de forma horizontal, con apoyo de la red, para lograr de manera libre una organización colectiva y con un sentido, para la construcción de organizaciones sociales de acuerdo a sus intereses sociales o particulares por lo que no podemos decir que en la actualidad existe una cultura virtual unificada.
Cultura Emprendedora: Surge en los años noventa y su estructura consiste en grupos de personas y organizaciones integradas por inversores, tecnólogos y capitalistas de alto riesgo. Es decir, por grupos que forman empresas que aprovechan la tecnología, especialmente internet, para comercializar y hacer dinero, lo que propició a mi juicio, después de leer a Castells, la creación del mercado más grande del mundo, que culminó en hacer indispensable el uso del internet en todas las clases sociales,.
Castells termina este texto con una articulación de los cuatro estratos de cultura, en donde nos dice que la cultura tecnomeritocrática es la más excelsa de todas, pues gracias a ella, a la práctica de la ciencia y tecnología, sustenta su legitimidad en la academia y, por su autonomía, se logró la creación de internet, pero que afortunadamente la cultura hacker con su independencia propia, dio una representación definida al reforzar sus ideales de crear e innovar tecnología sólo para compartirla con la sociedad para su uso libre. Las comunidades virtuales tienen su origen en lo político-social, pero conforme el internet se fue introduciendo en todos los ámbitos, se empezaron a formar pequeños grupos unificados en lo social. Esta cultura sólo aprovechó lo ya creado por las demás culturas. Por último, los emprendedores, que encontraron un mundo de oportunidad entre tanta tecnología para favorecer el rompimiento de fronteras, culturas y lenguas; encontraron el mercado más grande del mundo gracias al internet, una máquina para hacer dinero y más dinero.
Esta lectura repito fue bastante interesante y me hizo reflexionar ¿por qué en el sistema educativo ha sido tan poco utilizada esta tecnología?, ¿acaso será el costo o la apatía de las autoridades gubernamentales, directivos escolares y docentes lo que impide su crecimiento y utilización?
viernes, 1 de marzo de 2013
Desordenamientos educativos en el ecosistema educacional
M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)
OROZCO, Guillermo, et al, Desordenamientos Educativos en el Ecosistema Comunicacional, cap. 5, en “Comunicación Educativa en la Sociedad de la Información”, Coordinador Roberto Aparici, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2003, Madrid, (pp. 97-110).
En esta lectura, el maestro Orozco, nos hace reflexionar sobre cómo cada época histórica tiene sus características y elementos que la hacen destacar y distinguirse. Actualmente, la ciencia y la tecnología con sus grandes avances nos han convertido en una “sociedad de la información” o del “conocimiento” (Castells, 1998), es decir, que nos transformamos en una sociedad de la educación, donde la escuela tradicional ha dejado de ser la única escuela, que ahora tenemos la oportunidad de convivir en un espacio y tiempo diferentes en donde aprender. Nos ha tocado una época de grandes cambios. Orozco (2003) en concordancia con Barbero (2002) nos dicen que la cultura, educación y lenguajes en una sociedad, se modifican cuando la mediación tecnológica de la comunicación pasa de ser un simple instrumento mecánico a ser una estructura fundamental en la interacción entre los medios y su audiencia de manera simbólica y material. Esta mediación entre la tecnología y su audiencia ha logrado que algunos piensen que los procesos de enseñanza y aprendizaje se pueden aplicar y ampliar, afortunadamente el aprendizaje se obtiene de diversas maneras y no sólo por la enseñanza, y lo más importante en una sociedad educativa es lo que se aprende, no lo que se pueda enseñar.
En el apartado del paradigma de la imitación al de la experimentación y el descubrimiento, Orozco nos hace recapacitar sobre dos métodos básicos del aprendizaje de conocimientos dentro de una institución educativa, el que se centra en la imitación de modelos y el otro enfocado en la experimentación, es decir ensayo-error, para descubrir o innovar. Al leer esta parte, el maestro Orozco hace que medite sobre ¿cómo lograr que mis alumnos no sean simples imitadores de mi enseñanza y conducta? ¿Cómo saber si lo enseñado provoca en ellos un aprendizaje que les permita ser autónomos?, es preocupante hacer conciencia que la escuela se preocupe sólo por enseñar la lectoescritura y el aprendizaje a través de la imitación de patrones, afortunadamente, como se señala anteriormente, el aprendizaje va más allá de la enseñanza que se pueda dar dentro de una institución. Ahora bien, los procesos de aprendizaje y enseñanza áulicos, han ido evolucionando junto con sus paradigmas, pero realmente no han sufrido un cambio insólito porque seguimos los mismos patrones de aprendizaje por experimentación y sobre todo el de imitación; esto no quiere decir que las universidades y la lectura de libros no hayan propiciado un desarrollo sociocultural, éstos han sido un punto clave para la preservación del conocimiento, razón por la que en pleno Siglo XXI se considere al lenguaje escrito como el lenguaje del razonamiento, que está dado de manera privilegiada para el “homo sapiens” y que ahora con la mediación que éste tiene con la televisión, el lenguaje se ve afectado y se niegue a seguir desarrollándose y el televidente pase a ser “homo videns”. Entonces es menester preguntarse ¿la mediación del ser humano con la televisión ha modificado los procesos de enseñanza y aprendizaje?, y ¿seguimos siendo meros receptores pasivos y sumisos?
Cabe concluir que existen diversos tipos de educación, encontramos así la educación formal, la no formal y la informal: la primera se fundamenta en la simple imitación y repetición de patrones, con objetivos y causas determinadas, basadas en sus tradiciones y con pedagogías específicas, con el propósito de formar ciudadanos nacionales que sepan cumplir con las normas establecidas para interactuar de manera armónica dentro de la sociedad en donde viven y que generalmente se imparte en instituciones educativas. En la segunda, la no formal, tiene la ventaja de descentralizar la enseñanza de los espacios áulicos, utilizar un currículo más flexible, sin tiempos determinados; aunque sigue teniendo una estructura, de ahí que el aprendizaje no formal tenga su eje rector en la capacidad de aprender de todos los individuos y en que las escuelas formales necesiten ser complementadas por otros procedimientos educativos, contextos y procesos que tengan la capacidad de instrumentar profesionalmente otras ofertas educativas. Por último la tercera, la informal que gracias a las nuevas tecnologías ha ido en aumento, pues no requiere de ninguna enseñanza, ni siquiera la intensión de aprender, se da por sí sola, por la mediática existente con los medios masivos de la comunicación e información. Este aprendizaje cada individuo lo legitima con su percepción sensorial múltiple, es decir no requiere de ninguna certificación.
Actualmente las sociedades se encuentran atrapadas por la tecnología en sus diversas presentaciones, han logrado modificar los patrones de conducta, ahora la mayoría de las personas se encierra para recibir información, entretenimiento y por qué no, conocimientos. Aquí está el reto ¿cómo conseguir que las audiencias de los medios sean ciudadanos que piensen, que formen parte de la historia, que anhelen y tengan expectativas de vida que les permita estar satisfechos y no ser meros receptores, espectadores y consumidores? Como educadora tendré que analizar cómo utilizar estos medios en beneficio para mis alumnos, que aprovechen estas tecnologías para conseguir un aprendizaje significativo, que les permita adquirir competencias para lograr saber tomar decisiones que les favorezcan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)